Sentado está el amor en el cráneo
de la Humanidad,
y ríe en tal trono el profano
con risa procaz.
Sopla alegremente burbujas redondas
que en el aire suben,
como si quisieran unirse a los mundos
por sobre las nubes.
El globo luminoso y frágil
toma un alto vuelo,
revienta y escupe su alma delicada
como un áureo sueño.
Y oigo el cráneo a cada burbuja
rogar y gemir:
-"¿Este juego feroz y ridículo,
nunca va a concluir?
Pues lo que tu boca cruel desparrama
y pierde en el aire,
monstruo asesino, es mi cerebro,
¡mi carne y mi sangre!"
Las Flores del Mal -1857
Traducción de Nydia Lamarque
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