miércoles, 23 de junio de 2010

Abel y Caín (Charles Baudelaire) Las Flores del Mal

Raza de Abel, duerme, come y bebe;
Dios te sonríe complaciente.

Raza de Caín, en el fango
cae y muere míseramente.

Raza de Abel, ¡tu sacrificio
le gusta oler al Serafín!

Raza de Caín, tu suplicio
¿en algún alba tendrá fin?

Raza de Abel, mira tus siembras
y tus rebaños prosperar;

raza de Caín, oigo tu entraña
cual perro viejo de hambre aullar.

Raza de Abel, calienta el vientre
junto a tu lumbre patriarcal,

raza de Caín, en tu antro
¡tiembla de frío, pobre chacal!

¡Raza de Abel, ama y pulula!
Tu oro también engendra hijitos.

Raza de Caín, alma que arde,
¡cuídate de esos apetitos!

Raza de Abel, creces y engordas
¡como chinches de madera!

Raza de Caín, por las tutas
¡arrastra a tu familia entera!

II

¡Ah raza de Abel, tu carroña
ha de abonar el suelo humeante!

Raza de Caín, tu tarea
aún no fue cumplida bastante;

raza de abel, tu oprobio mira:
¡el chuzo al hierro ganó la guerra!

Raza de Caín, sube al cielo,
¡y arroja a Dios sobre la tierra!

Las Flores del Mal -1857
Traducción de Nydia Lamarque

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