Oh Luna que adoraban nuestros padres discretos,
desde el país azul en donde, harén radioso
te seguirán los astros en tocado pomposo,
mi vieja Cyntia, lámpara de nuestros vericuetos.
¿A los amantes ves en su jergón dorado
dormir, mostrando el fresco esmalte de tus dientes?
¿Ves al poeta sobre su trabajo inclinado?
¿O acoplarse en los céspedes secos las serpientes?
¿De dominó amarillo, con planta recogida,
vas como antaño, desde la tarde hasta la aurora,
a besar de Endymión la gracia envejecida?
-"¡Veo a tu madre, hijo de este siglo menguado,
que ante su espejo un cúmulo de años ha instalado
y con arte, ese pecho que te nutrió, decora!"
Las Flores del Mal -1857
Traducción de Nydia Lamarque
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