Porque éramos amigos y, a ratos, nos amábamos,
quizá para añadir otro interés
a los muchos que ya nos obligaban
decidimos jugar juegos de inteligencia.
Pusimos un tablero enfrente de nosotros:
equitativo en piezas, en valores,
en posibilidad de movimientos.
Aprendimos las reglas, les juramos respeto
y empezó la partida.
Henos aquí hace un siglo, sentados, meditanto
encarnizadamente
cómo dar el zarpazo último que se aniquile
de modo inapelable y, para siempre, al otro.
*Rosario Castellanos (Ciudad de México, 1925- Tel Aviv, 1974)
Del poemario Poesía no eres tú
En la tierra de en medio
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