sábado, 24 de julio de 2010

Las dos perras - Fábulas de Esopo

Estando una perra para parir, y no teniendo lugar en que hacerlo, logró a fuerza de súplicas que otra amiga la dejase parir en su cama. Estando ya buena y fuerte, la otra, de quien era la cama, le dijo que pues había ya parido, y estaba en buena disposición para poderse ir con sus hijos, que se fuese en buena hora, pero ella le respondió que no quería; y como la otra le pidiese con más ahínco que saliese la parida, no solamente se negó a ello sino que la amenazó con sus dientes y con los de sus hijos.

Esta fábula advierte que se debe ser muy cauto en ceder a los ruegos de otro en cosas importantes, pues muchas veces, los que solicitan como débiles, imponen su ley cuando se ven fuertes.

El perro y el pedazo de carne - Fábulas de Esopo

Un perro, llevando un pedazo de carne en la boca, pasaba por un río, y viendo en el agua reflectada la sombra de la carne que llevaba, le pareció aquélla mayor que la que tenía; abrió la boca para tomarla, y cayéndosele el pedazo de la carne, se lo llevó el río, y quedó sin el uno y sin el otro.

Esta fábula demuestra que casi siempre pierde el codicioso lo que tiene en su poder, queriendo tomar lo ajeno.

El ratón, la rana y el milano - Fábulas de Esopo

Queriendo un ratón pasar un río, pidió ayuda a una rana, la cual se la ofreció diciéndole que lo pasaría con mucho gusto. Pero ideando ahogarle, le dijo: Para que pases más seguramente, ata tu pierna a la mía. El ratón, creyendo sus palabras, dejóse atar con ella, y entrando en el río, al llegar al medio, comenzó la rana a meterse debajo del agua para ahogar al ratón, el cual se esforzaba cuanto podía para tenerse encima del agua. Estando ellos así luchando, vino un milano y arrebató con sus uñas al ratón que nadaba sobre el agua, llevando consigo a la rana que con él estaba atada, y así los despedazó y comió a entrambos.

Esta fábula da a entender que los que piensan mal, e intentan dañar a los otros, suelen a veces destruirse a sí mismos

jueves, 22 de julio de 2010

El lobo y el cordero - Fábulas de Esopo

Un cordero y un lobo, cada uno por su lado, vinieron a beber en un río. El lobo que bebía arriba, mirando al cordero que bebía más abajo, le dijo: ¿Por qué me has turbiado el agua mientras que yo bebía? ¿Cómo te pude enturbiar el agua, respondió humildemente el cordero, siendo así que corre de donde tú estás a donde yo estoy? El lobo no haciendo caso de la verdad ni de la razón, le dijo: ¿Y por eso blasfemas? No he blasfemado, respondió el cordero. Pero el lobo buscando pretextos para matarlo le dijo: Seis meses hace que me injurió tu padre. Yo en ese tiempo, respondió el cordero, aún no había nacido. No obstante me pagarás ahora su ofensa, dijo el lobo; y arrojándose encima de él, lo devoró.

Esta fábula significa que con los malos y perversos de nada sirve la verdad ni la razón; ni vale otra cosa con ellos sino la fuerza.

Fábulas de Esopo

Hace ya alguno años me autorregalé una antología de Esopo. A veces uno adquiere libros por obligación, otras por recomendación, otras simplemente porque nos topamos con algunos títulos sugerentes, y sin pensarlo, decidimos descubrir su interior.

El caso de la adquisición de este libro no fue por ninguna de las anteriores. Quizá podríamos decir que Esopo, y las fábulas en general son lecturas escolares, que se leen por educativo esparcimiento, pero no por una necesidad de descubrimiento literario, o viajes de la imaginación.
Pero creo que siempre es bueno renovar y cultivar lecturas escolares, porque después de todo, puede que obviamos algunas lecturas infantiles, o quizá porque nunca las tuvimos en cuenta.

Quienes creen que leer a Esopo se puede convertir en una lectura escolar, están errados. Pienso que no existe cronología lectora para disfrutar de las fábulas, sobre todo cuando estos, son instrumentos que bien pueden servirnos en el cotidiano, o en la plena instrucción de la mente.

Esopo, fabulista griego, se sabe muy poco de su vida a ciencia cierta, se presume que era esclavo, y que había nacido en Frigia aproximadamente en el siglo VI a. de C., se dice que el mismo Sócrates había aprendido de memoria algunas fábulas esópicas.

Pienso que Esopo debió ser una suerte de Jesucristo en su época, claro sin la crucifixión y los milagros, sin autonombrarse el hijo de Dios, pero si aleccionando a sus seguidores con sus fábulas, dictando no una nueva teología, sino adoctrinando moralmente a sus contertulios, e instruyéndoles en la siempre difícil tarea de comprender y mejorar los actos humanos en el quehacer cotidiano.

Piénsenlo por un momento, Jesús de pie en las afueras de Jerusalén, rodeado de seguidores escuchándolo atentamente. Él, instruyendo teologalmente a sus seguidores por medio de parábolas, historias cortas de campesinos y pescadores, samaritanos y mercaderes; con una lección al final de cada historia. Por otro lado Esopo, instruyendo moralmente y rodeado de griegos (esclavos probablemente) todos escuchándole atentamente, escuchando sus fábulas y apólogos; historias cortas fantásticas, con una lección al final de cada historia.

Ahora, la fábula no es una invención de Esopo, las fábulas existían desde mucho antes, y en diferentes culturas, muestra de ello es que los personajes de algunas fábulas tienen a personajes animales que no habitaban la grecia de aquel entonces. Pero el mérito de Esopo es que tuvo a bien antologarlas y difundirlas eficazmente. Existen 6 características fundamentales en las fábulas: la primera es que las fábulas tienen un carácter instructivo, la segunda es su carácter fantástico o alegórico, la tercera es que tienen un drama fundamental en el desenlace de la historia, la cuarta es su intención moralizadora evaluando las buenas y malas conductas, la quinta característica es que son historias cortas y concisas, y por ultimo es que sus personajes generalmente son animales, aunque existen por cierto fábulas que tienen como personajes a seres humanos con un oficio específico.


miércoles, 7 de julio de 2010

Sobre "Los Renglones Torcidos de Dios" de Torcuato Luca de Tena

Genial, es una novela genial, por lo menos para mí. Tiene todo lo que busco en una novela: una trama interesante, instrucción sobre determinados temas, y buena narración.

Encontré una incongruencia en la novela: Cuando el personaje principal, Alice Gould, es puesta en una sala especial y se le coloca una camisa de fuerza. Al describir el narrador los sentimientos de Alice Gould cuando se le coloca la camisa de fuerza dice: "Alicia no había sufrido humillación alguna por la camisa de fuerza o, al menos, este sentimiento pasaba a tan segundo término que no merecía anotarse en los archivos de su sensibilidad."

Pero más adelante, al describir los sentimientos de Alice Gould ante este incidente el narrador dice: "Tenía que vengarse de Samuel Alvar. Lo de ponerle la camisa de fuerza... era una injuria que no podía quedar impune..."

Pero en cambio se encuentran en la novela descripciones de hechos, lugares y sensaciones realmente notables. Citaré algunos:

"Continente y contenido temblaban entre sus dedos."
"Su llanto era silencioso como esa lluvia que en Santander llaman rosaura y en Vasconia sirimiri..."
"La idiocia del demente"
"Eran ojos mudos"
"Cada recuerdo tiene su jerarquía íntima y personal, muchas veces con independencia de su importancia intrínseca."
"Los locos son una terrible equivocación de la Naturaleza; son las faltas de ortografía de Dios"
"Cruzó y entrecruzó varias veces los pies imitando el movimiento de las bailarinas cuando ejecutan lo que los coreógrafos denominan entre-chat"

Son estas frases las que atropellan nuestras lecturas y nos ingresan en el mundo de la imaginación febrilmente, haciendo que los hechos narrados formen parte de una realidad onírica e irrefutable.

El tema de la locura, el personaje principal dotada de una inteligencia superior, los diálogos entre los médicos y dicho personaje, y el mundo de los "renglones torcidos de Dios"; sin duda hacen de esta novela, una historia interesante, con una trama casi policíaca; pero con exquisita pericia y muy bien lograda.



viernes, 2 de julio de 2010

Sobre "El Perfume" de Patrick SüsKind

Hace un par de meses llegó a mis manos la odorífera novela "El Perfume" del escritor alemán Patrick Süskind. Publicada en el año 1985, El perfume es sin duda una novela diferente, interesante, innovadora... con más de viente millones de ejemplares vendidos y traducida en cuarenta y siete idiomas, es una novela que a pesar de tener una trama distinta, ha tenido un éxito rotundo.

Tengo en mis manos la edición conmemorativa del veinticinco aniversario de dicha novela, publicada por la editorial Seix Berral, y el único error que he encontrado en la novela ha sido en la primera parte de la novela, numeral cinco. El error radica en que el personaje principal Jean-Baptiste Greonille, al aprender su primera palabra cuando niño se hace mención en primer lugar a que la palabra aprendida era "Leña", pero líneas más adelante, al mencionar la primera palabra aprendida por el mismo personaje hacen mención a la palabra "Madera". Y el error persiste líneas más adelante pues nuevamente se hace mención a la palabra "Madera". Es probable que el error se haya producido en la traducción, pues en la transcripción es casi imposible confundir ambas palabras fonéticamente.

Ahora bien, en cuanto al entramado de la historia, es una historia sumamente singular que toca un tema antes inexplorado, el mundo de los aromas, y más precisamente el mundo de los perfumes y la perfumería. Al haber transcurrido tantísimos años de literatura es increíble que a nadie se le haya ocurrido novelar este tema, y es sin duda un mérito del autor tocar el tema con tal maestría y generosidad.

La descripción de aromas, perfumes, fragancias y demás envuelven al lector en un mundo invisible y cautivante; algo que en buena cuenta tiene que haber sido una tarea encomiable y digna de ser resaltada. Explorar uno de los sentidos con mayor memoria en el ser humano: el olfato, siendo este uno de los sentidos más primitivos y uno de los que menos hemos cultivado, en comparación con el gusto por ejemplo o el oído.

La historia, una historia que algunos pueden encontrar oscura, lóbrega, de un personaje que linda entre lo onírico y lo siniestro, y una sucesión de hechos que van llevando a un desenlace inesperado. Aunque debo decir que a mi gusto, la historia parece ser por momentos fantástica.

En suma es una novela sumamente interesante, que no se debe dejar de leer, y que en definitiva logra cautivar al lector en un tema que es difícil de transmitir con palabras pero que el buen Patrick logra hacerlo con maestría y pericia.

Epígrafe para un libro condenado (Charles Baudelaire) Las Flores del Mal

Lector apacible y bucólico,
hombre de bien ingenuo y sano,
tira este libro saturniano,
que es orgiástico y melancólico.

Si tu retórica no hiciste
con Satán, astuto decano,
¡tíralo! Me leerás en vano,
o creerás que a un loco leíste.

Mas si su hechizo no te inmuta,
y el abismo tu mente escruta,
léeme y sabrás amarme, amigo;

alma curiosa que penando
tu paraíso vas buscando,
¡compadéceme!... ¡O te maldigo!

Las Flores del Mal -1857
Traducción de Nydia Lamarque

La Luna Ofendida (Charles Baudelaire) Las Flores del Mal

Oh Luna que adoraban nuestros padres discretos,
desde el país azul en donde, harén radioso
te seguirán los astros en tocado pomposo,
mi vieja Cyntia, lámpara de nuestros vericuetos.

¿A los amantes ves en su jergón dorado
dormir, mostrando el fresco esmalte de tus dientes?
¿Ves al poeta sobre su trabajo inclinado?
¿O acoplarse en los céspedes secos las serpientes?

¿De dominó amarillo, con planta recogida,
vas como antaño, desde la tarde hasta la aurora,
a besar de Endymión la gracia envejecida?

-"¡Veo a tu madre, hijo de este siglo menguado,
que ante su espejo un cúmulo de años ha instalado
y con arte, ese pecho que te nutrió, decora!"

Las Flores del Mal -1857
Traducción de Nydia Lamarque